lunes, 19 de mayo de 2014

UNA CURVA EN EL HORIZONTE DE LA VIDA

Desde muy pequeño el trabajo siempre me acompaño y no es que fuera una eleccion voluntaria, sino la puta necesidad. Yo era el mayor de los tres hermanos y eso en aquellos tiempos era como decir: niño deja la escuela y ponte a trabajar en lo que sea.Trabaje en casi todo: en la aceituna,de aprendiz de carpintero, haciendo capachos, en el campo en cuadrillas de mujeres, de dependiente en una tienda de tejidos, de peon de albañil, en cortijos de asiento, guarde cerdos (eso lo deje por no poder aguantar el olor), los inviernos en el molino, en la recoleccion del algodón,etc, etc.......... La primera vez que trabaje durante todo el invierno tenia 9 años y lo hice formando pareja con mi madre en la recojida de la aceituna en el jato de “los Jimenez” (unos parientes de mi madre y que mi tio Bartolo era el encargado) y a partir de ese dia alternava la escuela con los trabajos de la temporada de aceituna y de algodón, asi es que en la escuela no iva nada bien que digamos.Esto hace que entres en una dinamica y un circulo vicioso que te atrapa y te atrapa cada vez mas. De los trabajos en el campo cuando mejor me lo pasaba era cuando trabajaba con mi Padre. El sabia bien el oficio y se aprendia y forme pareja con el bastante tiempo en esos menesteres. Nos ibamos por la mañana temprano cada uno con su bicicleta camino de algun olivar de “los Manzanos” para cavar los olivos, desfaretarlos, abonarlos con la gallinaza, limpiarlos, hacer los suelos y un sin fin de tareas. Aun recuerdo nombre de las fincas como “dos hermanas”, “los ranales”, “los secenta”, “teja”, “los secientos” y algunos mas, que recorriamos trabajandolos varias veces al año. De mi Padre ademas de aprender a trabajar duro aprendi otras cosas mas importantes y de todas esas cosas su HONRADEZ . Es costumbre que ademas del jornal, el llevar algo del tiempo: aceitunas verdes, algo de rebusca de garbanzos, si pasas por una huerta cojes algo y que no te vean, poner costillas para coger pajaros y algunos que van mas lejos y no se paran a la rebusca sino que llenan el saco directamente y humo.Pues mi Padre no era ni de los primeros, raramente llevaba algo y si lo hacia era con un miedo terrible.El llevaba alguna aceituna verde y poco mas.Recuerdo un dia que estavamos en los “ranales” y justo al lado de los olivos habia una huerta mal cultivada o valdia pero desde lejos se podian ver unos membrillos gordisimos y maduros que ellos solos decian “cojeme”.Me dijo “Pepe tu quedate aquí y me avisas si ves a alguien venir que le voy a echar una mira a la huerta”; al poco rato se presento con las alfgojas llenas de membrillos y seguimos trabajando en el abono de los olivos. Yo lo notava algo intranquilo y de vez en cuando miraba por si alguien lo habia visto y en esto que ve venir de lejos por el camino a un hombre con algo de prisa, cojio los membrillos apresurado y los escondio debajo de un monton de gallinaza y creo que no respiro hasta que no vio trasponer camino adelante al “visitante inoportuno”. Cuando paso el rato y todo volvio a la normalidad me dijo que penso que era el dueño de la huerta. El tiempo iva pasando y la vida no mejoraba pero yo siguiendo el “sabio consejo” de mi Madre que decia que me juntara con quien “se te pegue algo y no con quien te quite”, iva formando los ilusionantes cimientos de mi futuro.Formavamos un grupo de amigos muy bien avenidos y que siempre andavamos de un lado a otro todos juntos.Los domingos recuerdo, que en vez de quedar en tal sitio a tal hora uno iva a casa del mas proximo, y asi recorriamos las casas del resto hasta estar todos al completo.La pandilla la formavamos “Andres”, “Fernando”, “Paco Cañete” y Yo, habia otros que se fueron agregando al ser compañeros del instituto como Emilio Hueto con el que en su casa nos daban las tantas de tertulia, aunque ellos estudiaban y yo tenia que trabajar de peon de albañil. Yo creo que en la vida de todas las personas existe ese momento que marca tu direccion aunque no sepas que es lo que quieres en realidad, pero si sabes lo que no quieres.Son ideas, imágenes, sueños, fantasias, cosas que vas cogiendo de aquí y de alla, hasta que un dia te paras,haces un alto y es en ese momento magico de forma inconciente es cuando decides que hacer en tu vida. Hoy soy conciente de ese momento y el sitio donde me ocurrio.Fue al mirar desde el tajo donde recogia aceituna, el horizonte de aquel olivar.Desde una clara de los olivos se divisaba la carretera, de vez en cuando pasaba algun coche que yo iva siguiendo con la vista y al llegar a la curva desaparecian como si la tierra se los tragara.Era como si mi mundo terminara en aquella curva en el horizonte.Hasta ese momento lo que habia tras la curva era desconocido para mi y poco a poco se convirtio en “el camino para mi libertad” y mientras cogia las frias aceitunas del duro suelo invernal comprendi que habia otro mundo, otra forma de vida y estava justo al pasar aquella curva. Creo que este fue mi momento y todo lo demas vino despues de pasar la curva.No se si lo hice con un buen trazado pero lo hice.

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